Práctica 11. Taller de juegos de mesa para la clase de Lengua Castellana y Literatura

 En la sesión del 13 de mayo tuvimos el placer de contar con María Samper, que nos presentó un total de diez juegos de mesa que podríamos implementar en el aula de Lengua Castellana y Literatura. Tras la presentación, tuve la oportunidad de jugar a “Llamada a la Aventura”. El objetivo del juego era conseguir el mayor número de puntos de victoria creando el personaje y su historia. Por tanto, su relación con la asignatura reside en el desarrollo de la oralidad, pues los alumnos deberán darle vida a los personajes a través de la narración de su historia. Tras haber jugado una partida, reconozco que anduve muy perdido, pues resultaba muy complicado entender la compleja dinámica del juego si no disponías de alguien que fuera experto. Por tanto, veo muy complicado llevar al aula este juego en concreto, pues no solo necesitas ser un experto en el juego, sino que necesitarás dedicar mucho tiempo a explicarles a los alumnos cuál es su dinámica, por lo que si se pretende dedicar una única sesión a jugar, va a ser muy complicado que los alumnos la aprovechen.



Siendo sinceros, no he sido muy de jugar a juegos de mesa, ya que siempre los videojuegos me han causado un mayor interés. Durante mi etapa como estudiante en el instituto, recuerdo que en las Jornadas Culturales se creaban talleres en los que podías jugar al ajedrez, pero más allá de aquello no se fomentaban los juegos de mesa en el centro. En casa, sí recuerdo haber jugado a clásicos como el parchís, el dominó, hundir la flota, el Monopoly, el Trivial, así como juegos de mesa basados en programas de televisión como Pasapalabra, La ruleta de la suerte o Atrapa un millón.

Los juegos de mesa suponen una buena oportunidad para que los alumnos aprendan de una manera lúdica los saberes básicos de una asignatura en cuestión. Además de potenciar cuestiones como la motivación o la creatividad, en el plano competencial de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura los juegos de mesa permiten a los alumnos desarrollar la escucha activa, así como la expresión oral. Por otra parte, si queremos facilitar a nuestro alumnado el aprendizaje de alguna cuestión en concreto, debemos procurar que el juego tenga relación con los contenidos de la asignatura. Para ello, podemos acudir, o bien a los juegos de mesa que están a la venta, o bien crearlos nosotros mismos. Otra opción muy interesante es recurrir a blogs o webs de Didáctica de la Lengua y la Literatura, donde podemos encontrar propuestas atractivas como en El huerto literario, página a la que aludimos en la práctica 9. Por ejemplo, para trabajar los contenidos de Lengua podemos basarnos en el dominó de categorías gramaticales; así como en el Pasapalabra literario para abordar la parte de Literatura.

En definitiva, los juegos de mesa no solo sirven de puro pasatiempo, sino que a través de ellos nuestros alumnos también pueden aprender y consolidar los saberes básicos de, en este caso, la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Sin embargo, la cruda realidad de las aulas nos dice que es muy difícil llevar a clase los juegos de mesa, pues la carga curricular del curso académico impide a los docentes preparar una tarea que de por sí supone una gran inversión de tiempo, no solo a la hora de adaptar la dinámica a las necesidades del alumnado, sino en el momento de explicar a los alumnos el funcionamiento del juego, así como la resolución de las dudas que fueran surgiendo.

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