PRÁCTICA 13. LA EDUCACIÓN EN 2046 SEGÚN CHATGPT
Buenos días, compañeros y compañeras de #INVTICUA24. Hoy os dejo por aquí la práctica 13, donde haremos un viaje hasta el futuro. Concretamente, nos situamos en el año 2046, protagonizado por una ambientación distópica similar a la de las películas In Time y Resident Evil.
Por tanto, le he dado a ChatGPT el siguiente prompt: "Imagina que eres un docente de Lengua Castellana y Literatura en el año 2046 y que vas día a día a dar clase a un instituto. La ambientación debe ser distópica, concorde a lo que se presenta en la película "In Time" o en "Resident Evil". Describe tu día a día a modo de ensayo". El resultado fue el que se presenta a continuación:
Cada día comienza con el sonido estridente de la alarma en mi biomonitor, un dispositivo inseparable que monitorea y regula mis funciones vitales. La ciudad, oculta bajo una capa densa de contaminación, recibe la escasa luz del sol con edificios que se alzan como sombras gigantescas. Mi apartamento, una cápsula gris y estéril, es un espacio funcional que refleja la austeridad de estos tiempos. Me aseo utilizando un módulo automatizado que recicla el agua, una medida necesaria en este mundo de escasez. El desayuno consiste en una ración de nutrientes sintéticos, distribuidos por el gobierno para asegurar nuestra supervivencia mínima.
Las calles que recorren el trayecto hacia el Instituto de Educación Secundaria "Nuevo Horizonte" están desiertas y vigiladas por drones que patrullan incesantemente, escaneando a los transeúntes y reportando cualquier irregularidad. La infraestructura urbana muestra las cicatrices de décadas de abandono y conflicto. Propaganda del régimen cubre cada pared y cartelera, insistiendo en la obediencia y el sacrificio por un supuesto bien común. Los transportes públicos son inseguros y abarrotados, así que prefiero caminar, moviéndome con precaución y siempre consciente de mi entorno. **Llegada al Instituto:** El instituto se asemeja más a una fortaleza que a un lugar de aprendizaje, rodeado de alambradas y torres de vigilancia. Al llegar, debo pasar por un riguroso control de seguridad, donde escáneres biométricos verifican mi identidad y estado de salud. Los pasillos, iluminados por una fría luz de neón, están adornados con mensajes de propaganda que exhortan a los estudiantes a conformarse y obedecer. La atmósfera es pesada, cargada de una sensación de vigilancia constante.
La primera clase del día comienza en un aula equipada con terminales holográficas y sistemas de monitoreo remoto. Los estudiantes, uniformados y con expresiones vacías, se sientan en filas ordenadas. Hoy, exploramos "1984" de George Orwell, una elección arriesgada pero relevante. Utilizo fragmentos digitalizados de libros prohibidos y clips de películas antiguas para estimular la discusión crítica, aunque debo ser cuidadoso para no atraer la atención de los censores. Cada palabra y cada comentario se miden con precisión para transmitir ideas sin cruzar las líneas impuestas por el régimen.
El recreo es un breve respiro bajo la constante vigilancia de drones y cámaras. Los estudiantes salen al patio, donde la conversación es escasa y los rostros reflejan la desconfianza y el miedo. Este tiempo, que debería ser de relajación y socialización, se convierte en un ejercicio de cautela y autocontrol. En la segunda sesión, nos enfocamos en la escritura creativa. Intento motivar a los estudiantes a imaginar mundos diferentes al nuestro, aunque muchos encuentran difícil escapar mentalmente de nuestra realidad distópica. Utilizo herramientas digitales para corregir y comentar sus trabajos en tiempo real, fomentando la creatividad dentro de los estrictos límites impuestos por el régimen. La creatividad aquí no es solo una habilidad literaria, sino una forma de resistencia mental contra la opresión.
Por la tarde, en la clase de cine y literatura, proyectamos fragmentos de películas clásicas y contemporáneas, analizando su narrativa y contexto histórico. Este análisis se convierte en una herramienta sutil para abordar temas de género y sociedad, aunque debo ser extremadamente cuidadoso para no desafiar abiertamente las normas del régimen. Cada discusión es una danza delicada entre la enseñanza y la censura. Al terminar las clases, reviso trabajos y preparo materiales para el día siguiente, asegurándome de cumplir con todas las regulaciones gubernamentales. La burocracia es aplastante y la vigilancia constante añade una carga extra a mi labor. Cada paso en el proceso educativo es monitoreado, cada palabra es registrada.
Al parecer, ChatGPT podría ser un buen alumno de #INVTICUA24, pues no deja de lado temas fundamentales como la educación de calidad, las TIC, la igualdad de género, el desarrollo de un pensamiento crítico, etc. Por ello, he querido conocer si realmente esas eran sus pretensiones o si todo lo que me ha ofrecido está avalado por la ley de educación de 2046 y le he preguntado: "Cuéntame más sobre la educación en 2046 y cómo serán tus clases. ¿Cuál es la ley de educación del momento?". A lo que me respondió:
En 2046, la sociedad vive bajo un régimen autoritario que ejerce un control férreo sobre todos los aspectos de la vida, incluida la educación. La Ley de Educación de 2046, conocida formalmente como Ley de Conformidad y Eficiencia Educativa (LCEE), ha transformado radicalmente el sistema educativo, imponiendo una estructura estricta diseñada para mantener el orden y la conformidad ideológica.
Currículo Uniforme:
- Todos los centros educativos deben seguir un currículo estandarizado aprobado por el Ministerio de Conformidad Cultural. Este currículo enfatiza la lealtad al régimen, la historia revisada del país, y la supresión de ideas consideradas subversivas.
Vigilancia y Monitoreo:
- Todas las actividades dentro de las escuelas son monitoreadas por sistemas de vigilancia avanzados. Las aulas están equipadas con cámaras y micrófonos, y los docentes y estudiantes llevan dispositivos de seguimiento.
Control de Materiales:
- Los materiales educativos, incluidos libros y recursos digitales, están estrictamente controlados. Solo se permiten textos aprobados por el gobierno, y cualquier contenido adicional debe pasar por un proceso de revisión y censura.
Formación Docente:
- Los docentes son formados bajo un programa especial que enfatiza la pedagogía de la conformidad y la eficiencia. Aquellos que muestran indicios de pensamiento independiente o crítico son reasignados o despedidos.
Evaluación y Disciplina:
- Los estudiantes son evaluados regularmente no solo por su rendimiento académico, sino también por su conformidad ideológica y comportamiento. Las desviaciones se corrigen mediante programas de reeducación.
En el año 2046, mis clases de Lengua Castellana y Literatura se desarrollan en un entorno altamente controlado y vigilado, reflejando la opresión de un régimen autoritario que busca mantener un estricto control sobre la educación. A pesar de estas restricciones, me esfuerzo por crear un espacio donde los estudiantes puedan explorar el pensamiento crítico y la creatividad.
Cada mañana, al ingresar al instituto fortificado, paso por controles de seguridad que verifican mi identidad y estado de salud mediante escáneres biométricos. Las aulas están equipadas con tecnología avanzada, como terminales holográficas que facilitan la enseñanza interactiva pero también permiten una vigilancia constante. Los libros físicos son prácticamente inexistentes, reemplazados por textos digitalizados que han pasado por un riguroso proceso de censura.
Durante las clases, utilizo obras literarias clásicas y contemporáneas para fomentar la reflexión crítica. Aunque debo ser cuidadoso, selecciono textos como "1984" de George Orwell y "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury. Estas obras me permiten abordar temas relevantes como el control social y la libertad individual de manera velada. La discusión en clase se centra en el análisis literario y simbólico, evitando comentarios que puedan ser interpretados como subversivos.
En las sesiones de escritura creativa, animo a los estudiantes a explorar sus pensamientos y sentimientos a través de la narrativa. Les pido que imaginen mundos ficticios que reflejan indirectamente nuestra realidad, utilizando metáforas y símbolos para expresar ideas sobre libertad y justicia sin levantar sospechas. Estas actividades permiten a los estudiantes desarrollar su creatividad dentro de los estrictos límites impuestos por el régimen.
La clase de cine y literatura es otra oportunidad para el análisis crítico. Proyectamos fragmentos de películas de ciencia ficción y distopía, como "Blade Runner" y "The Matrix", y discutimos sus temas y técnicas narrativas. Estos análisis sirven para inculcar un pensamiento crítico bajo la apariencia de apreciación artística, permitiendo a los estudiantes reflexionar sobre cuestiones éticas y sociales.
La vigilancia en el aula es intensa, por lo que debo ser astuto y medir cuidadosamente mis palabras. Intento crear un ambiente en el que los estudiantes se sientan seguros para pensar y expresarse, fomentando la discusión en pequeños grupos y tutorías individuales donde las conversaciones pueden ser más discretas. Utilizo el simbolismo y la metáfora para discutir temas delicados, como la "jaula" en "El pájaro azul" de Maurice Maeterlinck, que representa la libertad y la opresión.
A pesar de la opresión constante, mi misión como docente es inspirar y desafiar a mis estudiantes, utilizando la literatura y el cine como herramientas para mantener viva la llama del pensamiento crítico y la esperanza. Cada clase es una oportunidad para sembrar ideas que puedan crecer con el tiempo, recordándoles que el conocimiento y la creatividad son armas poderosas contra cualquier forma de tiranía.
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